Alicia Framis: Anti_dog

Es Baluard Museu d’Art Modern i Contemporani de Palma y El Corte Inglés presentan por primera vez en las Illes Balears la performance Anti_dog (Palma de Mallorca, 2012) de la artista española Alicia Framis, con motivo de la celebración de la Nit de l’Art (20 de septiembre de 2012). Esta obra, que forma parte de los fondos de la colección permanente de Es Baluard a través de tres fotografías que ilustran anteriores representaciones en distintas ciudades europeas, tendrá lugar en los espacios exteriores de El Corte Inglés, coorganizador de la acción artística.

Serie “Anti_dog”

“Las mujeres inmigrantes hablan sobre este tema pero en secreto pues nos sentimos avergonzadas de ser inmigrantes indeseables. Pero por otra parte estamos inmensamente agradecidas de tener la oportunidad de desarrollarnos en otro país. Donde vivimos no es nuestra tierra por naturaleza, pero aquí nos sentimos más conectadas con nuestros sueños que en el país que un día dejamos. Siento vergüenza de denunciar ataques físicos y psíquicos de personas que abrazo como habitantes de la tierra de mis sueños y de las posibilidades, pero al mismo tiempo es una realidad que está en la sombra de nuestra educación» (Alicia Framis).

La marca denominada Anti_dog fue creada por Alicia Framis a raíz de una experiencia que tuvo la artista mientras vivía en Berlín en 2002. El proyecto comienza cuando la artista tiene conocimiento de ataques de carácter racista y de violencia de género que estaban teniendo lugar en el barrio de Marzham, donde una mujer de piel oscura no podía pasear sola por la calle sin sufrir las agresiones de “cabezas rapadas” acompañados de grandes perros que controlaban las calles. Tras una investigación, ella y su equipo descubrieron la existencia de un tejido, revolucionario en el mundo de la protección personal, denominado Twaron, ignífugo, cinco veces más resistente y bastante más ligero que el acero, usado para la defensa ante ataques de balas y arma blanca. Junto a sus propiedades físicas, el tejido le ofrecía a Alicia Framis atractivas posibilidades para la fabricación de prendas gracias a su intenso color oro brillante.

Alicia Framis encuentra en la disciplina de la performance la manera de llevar a cabo una reflexión intensa y directa en torno a la situación de la mujer como ser, a través de la realización de denuncias a la violencia que afecta a mujeres en contextos específicos, obviando cualquier reivindicación universal. El tiempo y el espacio junto con la “acción” de la artista y la presencia de público son los pilares de la performance, y en Anti_dog se concretan en el no-movimiento, la inmovilidad conectada con la reflexión, y en la concepción del espacio basada en la dotación de un sentido de flujo dinámico al grupo y no de estructura cerrada, consiguiéndolo mediante la colocación de las participantes con una distancia asignada entre ellas.

Anti_dog presenta a un grupo de 10 mujeres que portan ropas diseñadas o inspiradas en modelos de conocidos diseñadores como Jean-Paul Gaultier, Chanel, Dior, Hussein Chalayan, Jesús del Pozo y David Delfín, convirtiéndolas en esculturas con un cierto sentido de unidad. Alicia Framis no busca en ningún caso la homogeneidad porque esta es sinónimo de cobardía, por lo que cada prenda conserva su personalidad e integridad reflejándose a su vez en la persona que la viste. Entiende la moda como una vía para la mujer de demostrar su personalidad, convirtiéndose en una excelente herramienta para manifestar el deseo de estas de ser tratadas como seres humanos.

En ningún caso esta performance pretende ser un acto radical, sino más bien un paréntesis que nos permite pensar con calma acerca de nuestra existencia y de nuestra lucha diaria con los demás. El objetivo es derribar barreras invisibles, siendo este un objetivo mucho más difícil que otros perseguidos históricamente por las mujeres. Liberadas de algunas cargas, siguen llevando algunos estigmas procedentes del modelo masculino, como la incapacidad de disfrutar de la sexualidad, el estrés derivado del trabajo, etc. Anti_dog trata la violencia como una expresión de debilidad masculina, de represión emocional, un medio para solucionar la soledad o para evitar ser abandonado. En la sociedad actual es necesario compilar de manera diferente el poder del hombre sobre la mujer.

La performance Anti_dog se ha realizado en la mayoría de los casos en espacios públicos, aspecto necesario para la necesaria presencia e interactuación del público. Se ha presentado en diversas ciudades europeas y en cada una de ellas la artista ha articulado un discurso diferente, siempre en torno a la mujer y a la violencia a la que está expuesta: en 2002 se realizó en el Palais de Tokyo, coincidiendo con la Paris Fashion Week, basada en una pasarela con 8 modelos de color situadas de pie de manera estática, en un claro desafío a la función de la pasarela. Ese mismo año, en Ámsterdam, se representó con la participación de un grupo de chicas, hijas de inmigrantes, vestidas con los trajes antibala, antimordidas e ignífugos, las cuales se colocaron en la entrada del estadio de fútbol del Ajax y recibieron como respuesta la indiferencia entendida como un arma secreta de violencia. En Madrid (2003) se centró en la violencia doméstica, en un año que había sido especialmente duro en este tema; mujeres con mensajes iban paseando por el centro de Madrid hasta llegar al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Birmingham (2003) acogió también la performance, esta vez integrada por estudiantes a los que se pidió que hablaran con mujeres que habían tenido una vida difícil; el resultado se plasmó en los vestidos a través de “frases malditas” que las mujeres no querían volver a escuchar, reproducidas con un copyright que restringía su uso.

El desarrollo de la obra se refleja a través de las diez creaciones que forman parte de la performance realizada en Palma de Mallorca.