UNA VOLTA A MALLORCA EN CAMELL + LA VIDA DOLÇA

El ciclo "Feim Films" dedicado al cine balear, estrena la sección "Feim Videopics" con el documental Una vuelta a Mallorca en camello dirigido por Toni Bestard, sobre el viaje en camello que en el año 1964 realizaron el periodista Miguel Vidal y el pintor Gustavo Peñalver, y La vida dolça, centrada en Miquel, panadero que tras 49 años de profesión y propietario de uno de los hornos más conocidos del barrio de la Calatrava de Palma, decidió retirarse en 2012.

Tras la proyección, habrá un coloquio con Toni Bestard y Rosa Campomar (La vida dolça), moderado por Nekane Aramburu, directora de Es Baluard.

Una vuelta a Mallorca en Camello
Dirección: Toni Bestard
Producción: Toni Bestard
Año: 2013
Duración: 27 min.
Sinopsis: Toni Bestard (nominado en dos ocasiones a los Goya por los cortometrajes Equipajes y El anónimo Caronte y director del largo El perfecto desconocido) profundiza en el viaje que en 1964 realizaron el periodista Miguel Vidal y el pintor Gustavo Peñalver, en camello por Mallorca. Dos jóvenes promesas del periodismo y del arte que querían llamar la atención recorriendo 400 kilómetros, desde la Plaza de Cort de Palma y en pleno mes de invierno, configuran este documental que refleja cómo era la Mallorca de la época, la del turismo de masas, la misma que se podía ver en El anónimo Caronte y Niño Vudú, del mismo director.

La vida dolça
Dirección: Marta Alonso
Guión y montaje: Marta Alonso y Jaume Carrió
Año: 2012
Duración: 30 min.
Sinopsis: Miquel es un panadero artesano de barrio, de los que quedan pocos, que ha anunciado un final amargo: el cierre de un establecimiento centenario, un símbolo para el barrio, para Palma y toda Mallorca. Situado en el casco antiguo de la ciudad, es uno de los últimos comercios tradicionales supervivientes en una barriada que antes viva de un tejido comercial. Con más de 49 años de trabajo, se ha dedicado toda la vida, en cuerpo y alma, a repartir alegría y crear instantes de felicidad a través de sus dulces. Cientos de turistas y vecinos han disfrutado de ellos, incluso clientes conocidos como el artista Miquel Barceló y los cantantes Maria del Mar Bonet y Joan Manuel Serrat. Seguramente, el éxito del horno Can Miquel recae en su propietario, Miquel Pujol, un personaje cálido, humano y con sentido del humor, pero a la vez descarado, sin pelos en la lengua y con una filosofía de vida, hoy, en peligro de extinción.

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