DIETRICH KLINGE
Entre los movimientos de principios del siglo XX, el expresionismo alemán ha pervivido de forma destacada gracias a un número muy significativo de artistas del propio país. Aunque en la década de 1920 se declarase la muerte del movimiento que dejó huella indudable en la pintura y en la escultura, pero también en la literatura, en el cine, en la música, en el teatro o en la danza, aún hoy encontramos a numerosos artistas que reinterpretan algunos de sus principales rasgos estilísticos. Es el caso, sin ir más lejos, de Dietrich Klinge (Heiligenstadt/Eichsfeld, Alemania, 1954), de quien Es Baluard Museu d’Art Modern i Contemporani de Palma presenta "Transformaciones", una instalación de sus esculturas en el Aljub del museo.
Las obras de Dietrich Klinge llevan una marcada huella del expresionismo alemán desde su misma concepción hasta la materialización de cada una de las piezas. La recuperación del primitivismo no exento de un espíritu salvaje que denota y transmite la inquietud provocada por un presente que se asemeja incierto, es muy patente en la talla de las esculturas, así como en las referencias mitológicas y en la caracterización de los personajes. De igual forma, la recuperación del grabado en madera, una técnica especialmente idónea para los expresionistas alemanes, se encuentra en cierta medida presente en las figuras de Dietrich Klinge, las cuales en primer lugar son talladas en madera, de forma intencionadamente ruda e incluso agresiva, para después ser fundidas en bronce dejando patente la marca del trabajo en madera llevado a cabo previamente por el artista. El aspecto totémico que poseen las esculturas de Klinge, sus dimensiones subyugadoras y unas posturas a veces sedentarias y contemplativas y, en otros casos, inmersas en una acción enrevesada, potencian el carácter simbólico de las mismas.
Así, el Aljub de Es Baluard se convierte en una especie de cripta en la que unos personajes de origen mitológico, deformados y desarticulados —algo que es también propio del expresionismo alemán—, establecen un diálogo entre sí, a la vez que imponen su presencia enigmática al conjunto de un espacio histórico que subraya todavía más su carácter primitivo.
Espacio: Aljub
Producción: Es Baluard Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma