• Fabrizio Plessi, IL LIBRO DEI LIBRI, 2018. Técnica mixta sobre papel, 30x40 cm. Colección particular. © de la obra, Fabrizio Plessi, 2019
Fabrizio Plessi, IL LIBRO DEI LIBRI, 2018. Técnica mixta sobre papel, 30x40 cm. Colección particular. © de la obra, Fabrizio Plessi, 2019

Fabrizio Plessi. 30 años en Mallorca

Lugar: Gabinet

Fabrizio Plessi es uno de los más reconocidos creadores pioneros en la realización de videoinstalaciones. Durante treinta años estuvo vinculado a la isla de Mallorca, donde tenía residencia. Con este proyecto, Es Baluard realiza una revisión y análisis de sus producciones creadas desde la isla como lugar de proyección e inspiración.

En este sentido, y ante la inminente apertura del centro de interpretación dedicado a Plessi en el edificio de S’Abeurador en Santanyí, localidad próxima a Es Llombards, donde tenía su residencia, Es Baluard Museu, como museo que acompaña a los artistas de su colección y centro que apuesta por trabajar en red con los proyectos de proximidad, se encarga de la parte científica y curatorial, según convenio firmado el pasado año con el Ayuntamiento de Santanyí.

Históricamente, debemos remontarnos al primer contacto con Mallorca de Fabrizio Plessi, el año 1989, a través de la propuesta de una exposición para el Palau Solleric, un momento en el que Plessi se encontraba en la cumbre de su carrera tras su participación en la Documenta de Kassel. Desde entonces y hasta el pasado año sus proyectos se han gestado o desarrollado desde la placidez del sureste de la isla. Una isla que para el artista es espejo con Venecia, su complemento en luz y atmosferas, horizontes e intensidades.

El universo de Plessi está imbricado en el barroco, pero es minimalista. Atiende a los detalles, pero se extienden en escalas siempre humanistas. Analizado desde la perspectiva de una historia del arte que ha normalizado el uso de las tecnologías en la creación artística, lo mismo que en la publicidad, la evolución de este creador es inherente a la hibridación de lenguajes y la exploración en torno a un enfoque propio. Las bases sobre las que se fundamenta, hoy más actuales que nunca, remiten a cuestiones intrínsecas al ser humano y su evolución en un planeta al borde del abismo social y medioambiental. Destacaría, así pues, seis constantes en su obra:

  • La conciencia respecto a la sostenibilidad. Conectando elementos de la corriente del povera (ramas, tierra, hierro…) con la tecnología constituye un vocabulario propio que irá declinando de manera personal. El tema del agua, su gran tema, se encuentra en su obra permanentemente. En Mallorca, asociado con la sal, en una tendencia que deriva en procedimientos alquímicos de elementos simples con la propia electricidad de los televisores que introduce en sus instalaciones. Aquí pudo establecer una relación especial con entornos agrestes, respetar y sintonizarse con los mensajes de una naturaleza poderosa y silenciosa. Le interesa la pasión por la infinitud del paisaje evocado por el romanticismo alemán en una exaltación continua de la naturaleza, como fuente perenne de vida.
  • La idea del mediterráneo como nexo, fuente conectora con las diversas civilizaciones, su cultura y su historia desde un pasado que le sirve como recurso para debatir en el presente. La energía que encuentra en las dos islas: Mallorca y Venecia, reguladas por el agua y la luz de matices opuestos (una luz melancólica, frente a otra luz heroica como cuchillo que talla la sombra de la luz, según define respecto a la luz de Mallorca). Además de los rasgos culturales afines, encuentra en los elementos sencillos de la sal, la piedra en seco o la tierra el denominador común como inspiración y señal de civilizaciones ancestrales.
  • La monumentalidad a modo de ejercicio de escalas dentro del espacio museal protegido y en el exterior sobre zonas abiertas públicas. El espacio es la base de toda su obra, sobre todo en los años ochenta, cuando trabaja sus escalas desde el 1:1. Desea abarcar los lugares creando emociones, se sumerge en ellos desde la percepción del genius loci, de una manera muy meditada, dialogando con ellos y su sentido. Siempre los asocia con el sonido (bien naturales o composiciones atemporales).
  • El tiempo y el lugar son los ejes sobre los que radica la mayoría de sus planteamientos. Atravesar el lenguaje del vídeo utilizando las videoinstalaciones le procura un ejercicio fundamental respecto al espectador. Su pasado se dirige a un futuro que está inscrito en él. Para ello recurre y manipula objetos o lugares de carácter histórico con formas y situaciones que atrapan ese tiempo líquido basándose en el movimiento de la imagen en su interior. Lo circular, adscrito también al loop de sus videoinstalaciones, es signo y medio.
  • El espectador. Los recursos de las escenografías teatrales le permiten configurar modos de relación más allá de lo puramente estético. La figura humana no aparece porque es quien realmente actúa en sus instalaciones. La relación entre lo virtual y lo real se instaura como una interactividad de base conceptual. Le interesa la retórica del arte, pero juega con la percepción del espectador y le involucra en la descodificación de la obra.
  • El contenedor de la luz líquida. Viajero incombustible del arte y la vida, Plessi utiliza la fotografía y el dibujo como primer contacto con el genius loci de cada lugar. Como uno de los precursores en la transformación de la escultura al uso, antecede la descorporalización de la materia capturada en el recipiente. A posteriori, esta descorporalización será la representación del anima naturalis, la esencia.

El objeto no es lo importante, pero obviamente el recipiente televisión se convierte en objeto e imagen, como medio poético, lenguaje visual y vehículo.

La estética del detalle de lo macro a lo micro, lo físico frente a lo psicológico, le permiten la exaltación del televisor no como un electrodoméstico de cocina sino como el último recipiente para intervenir desde la espiritualidad. Libre y capaz de adaptarse al flujo de las imágenes médiums.

Bergson llamaría a la imagen virtual «recuerdo puro», frente a las imágenes mentales, las imágenes de recuerdo o de ensoñación, todas actualizadas frente a un nuevo presente.

Diríamos que ya se ha escrito mucho sobre su trabajo. Por ello, la parte fundamental del proyecto en Es Baluard Museu son los libros y ediciones de autor. Todos los libros de esta etapa, que parte de 1989, se presentan encerrados en vitrinas ante el espectador, y en formato vídeo son liberados para permitir al visitante sumergirse en los misterios de las páginas compartidas movidas por el viento. Mas allá del tiempo y el espacio, aun barridos por la agitación de un ventilador, se permite su lectura y movimiento entre lo real y lo virtual.

 

Nekane Aramburu, 2 de febrero de 2019.

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15 de marzo de 2019 → 1 de septiembre de 2019
Comisariado: Nekane Aramburu
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