• Antoni Socías, Mother Painting 22, 1978-2000. Tinta grasa, barnices y tornillería sobre tela y madera, estructura metálica, 83 x 170,5 x 70 cm. Es Baluard Museu d'Art Contemporani de Palma, donación del artista. © de la obra, Antoni Socías, 2024. Fotografía: David Bonet
Antoni Socías, Mother Painting 22, 1978-2000. Tinta grasa, barnices y tornillería sobre tela y madera, estructura metálica, 83 x 170,5 x 70 cm. Es Baluard Museu d'Art Contemporani de Palma, donación del artista. © de la obra, Antoni Socías, 2024. Fotografía: David Bonet

Nachleben. La pintura como arte conceptual

Inauguración: 30 de enero de 2025, 19 h

Lugar: Espacio A

La historia de la pintura puede ser contada de muy diversas maneras y todas podrían llegar a una misma conclusión: la pintura es históricamente la forma de arte más conceptual de todas las que existen. Aunque en muchos momentos ha sido percibida como reaccionaria, demasiado enfocada en problemas formales y en las derivas de sus procesos, la buena pintura siempre ha adoptado nuevos puntos de vista que han convertido en reaccionario, precisamente, el discurso de quienes la veían así, sin conseguir valorar aspectos de contenido más amplios inherentes a su práctica.

«Nachleben. La pintura como arte conceptual» es un proyecto expositivo y editorial que quiere responder a una serie de cuestiones: ¿Por qué la pintura es potencialmente la forma de arte más conceptual de todas las que existen?, ¿Por qué cualquier imagen puede ser una pintura?, ¿Por qué la aparición de la abstracción es para muchos el acontecimiento artístico más determinante del siglo XX?, ¿Por qué seguimos hablando de pintura? Seguramente, porque el tiempo de la pintura implica siempre una nueva definición y desde hace tiempo sabemos que lo único inamovible en este medio es su propio término, que se ha estirado sin romperse, como una caña de pescar, para aprehender un sinfín de significados. La pintura contemporánea es una suerte de resistencia y, sobre todo, un posicionamiento flexible que ha obligado a los artistas y a las artistas a estar continuamente repensando su lugar. De ahí el carácter poliédrico de la pintura, capaz de sujetar múltiples caras, pero también la necesidad de formularnos una y otra vez la misma pregunta: ¿A qué llamamos hoy pintura?

Si en el siglo XX se habló, y mucho, de la historia de la pintura, en el siglo XXI no son pocos los ejemplos que han hablado de «la vida después de la muerte» de la pintura. Lo que resulta importante entender, a modo de punto de partida, es que cuando hablamos de pintura después de la pintura no se trata únicamente de la pintura realizada después de sus numerosas muertes y a partir de que esta pierda la hegemonía o su dominio dentro de la historia del arte, sino sobre todo de un tipo de pintura que únicamente ha sido posible por esas crisis y decretos de muerte. No se trata, por tanto, de una resurrección, sino del concepto alemán de nachleben, a medio camino entre la idea de «pervivencia» y la «supervivencia», tan presente en las reflexiones filosóficas de Walter Benjamin o Aby Warburg en su interés por comprender la historia y su cultura, y que profesionales de la teoría contemporánea han tomado para tratar de escrutar el renovado estado vitamínico de la pintura.

Esta exposición no trata de establecer jerarquías ni dominios en la evolución del medio pictórico, sino de remarcar su carácter híbrido y la complejidad simultánea de sus presentaciones en la contemporaneidad, y si indagamos en los fundamentos artísticos de los artistas y las artistas presentes advertiremos que convocan lo intrínseco de la pintura desde diferentes posicionamientos. Porque lo curioso de la pintura es cómo ha conseguido contener las más diversas distancias formales y conceptuales en el universo de lo pictórico, una vez asumida que su condición ya no es la de ser una técnica, sino una tradición, una idea, una forma de pensar y mirar sobre la propia pintura en su posibilidad de aprehender el mundo. En el siglo XXI, cualquier imagen u objeto puede ser una pintura. Porque la pintura es un estado latente capaz de reinventarse, expandirse y contraerse sin dejar de ser pintura, y hoy puede reencarnarse en una fotografía o en una proyección de vídeo para recordarnos que, aunque hayan pasado los años, continúa vigente la tendencia que tenemos de ver el mundo en términos pictóricos.

Este conjunto de propuestas expositivas conforma la primera parte de la trilogía «Nachleben», un proyecto de Es Baluard Museu desde el cual el museo quiere contribuir a la comprensión de la historia del arte reciente, en este caso, al indagar en lo intrínseco de la pintura a partir de algunas de sus vicisitudes o derivas. La selección de obras incluidas en esta muestra procede de los fondos del museo, obras de titularidad propia y de depósitos de entidades y colecciones particulares, entre las cuales destaca el reciente depósito de la Colección de Pintura Contemporánea Internacional de la Fundación Barrié.

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31 de enero de 2025 → 6 de julio de 2025
Comisariado: Es Baluard Museu