On anam? (¿Adónde vamos?)
Esta muestra forma parte de una trilogía de exposiciones de ensayo que giran en torno al contexto de un Mediterráneo inmerso en contradicciones individuales y colectivas sin resolver: transformaciones políticas y sociales que representan un cambio de signo global y cuestionan la idea de frontera, alterando los modelos de identidad y gestión de los conflictos de un presente continuo marcado por la migración y la diáspora. Diferentes creadores y pensadores han abordado estos temas, hoy con carácter abierto, en la historia del arte contemporáneo con un prisma más encriptado.
En 2015 fue «La Mer au Milieu des Terres // Mare Medi Terraneum», exposición comisariada por Cécile Bourne-Farrell; al año siguiente «Waste Lands» a cargo de Piedad Solans, y este año 2017 presentamos el proyecto desarrollado por la curadora Sonia Becce, quien ha vehiculado, a partir de obras de un marcado carácter conceptual, nuevas significaciones e interrogantes sobre los desplazamientos. Becce, gran conocedora de la obra de Félix González-Torres, cuyas propuestas influyeron a varias generaciones de artistas, ha investigado en estas cuestiones para dar lugar a este dispositivo expositivo presentado bajo el título de «¿Adónde vamos?».
Texto de la comisaria Sonia Becce
Se puede pensar en el ser humano como “sujeto de fronteras”, que desde su nacimiento se ve impulsado a atravesarlas por propio gusto, por fuerza de la naturaleza o apremiado por situaciones diversas. El nacimiento es el gran acto inaugural que traspasa la barrera física y simbólica entre la dependencia y la autosuficiencia, acto por el cual se abandona la estabilidad de un ambiente homeostático por los avatares de un mundo que tiene de todo, salvo equilibrio. Más tarde en la vida, se traspone incesantemente otro límite, una y otra vez: el del hogar. La puerta que se abre y se cierra tras de sí deja atrás el universo personal, la seguridad de las cosas propias, de lo familiar, lo privado, para dar lugar al impredecible encuentro con otras personas, con otros mundos, con lo político y con lo público.
La frase «¿Adónde vamos?» podría referirse a la pregunta que, como ciudadanos, repetimos frente al desasosiego provocado por las decisiones políticas que nos afectan o, también podría ser, que alarmados por la acuciante catástrofe climática de la que somos responsables evidentes, nos interroguemos desolados por el futuro planetario, o bien podríamos imaginar que la pregunta es la que se hace un individuo, un grupo reunido por el azar o una familia, cuando empiezan a concebir la fuga, la huida, la salida de sus lugares de pertenencia, urgidos por conflictos bélicos, violencia social, malestar económico o en busca de un destino mejor.
Hace mucho tiempo que el mundo asiste a movimientos migratorios entre países en los que la vida vale poco o nada, hacia otros en los que al menos se puede imaginar que la existencia tiene algún grado de dignidad. Los desesperados intentos de alcanzar otros territorios, de cruzar ese límite imaginario que ha impuesto la geopolítica, provoca miles y miles de muertes, un escenario de espanto al que se asiste cotidianamente desde las costas seguras de los países del primer mundo.
Los trabajos comprendidos en la exhibición se ocupan de cuestionar la identidad y los métodos de reconocimiento del individuo, interrogan los alcances de patria y estado como custodios de las libertades personales, indagan en documentos ficcionales o reales como testimonios de guerras en distintas latitudes o testimonian el tránsito migrante en solitario o en grupos, como herramienta de autoconocimiento o como tabla de salvación.
Esta muestra plantea una conversación polifónica entre vídeos, instalaciones, fotografías y documentos, que pertenecen a artistas de muy diversas procedencias. Ergin Çavuşo ğlu (Targovishte, Bulgaria, 1968), Félix González-Torres (Guaimaro, Cuba, 1957 – Miami, 1996), Carmela Gross (São Paulo, 1946), Paulo Nazareth (Governador Valadares, Brasil, 1977), Núria Güell (Vidreres, Gerona, 1981) y Walid Raad – The Atlas Group (Chbanieh, Líbano, 1967), activan un diálogo imaginario y convocan al discernimiento de las razones por las que los individuos se trasladan, luchan o arriesgan todo, inclusive su vida y la de sus seres queridos, por ideales, fatalidades o simplemente por desesperación.