Sin Rumbo.
Confrontar la Imago Mundi
Tomando como punto de partida el Atlas (1375) de Cresques Abraham, Es Baluard Museu presenta una nueva lectura de su Colección, que tiene como línea de investigación la representación y proyección del mundo en su contemporaneidad. A partir del interés en recuperar el legado medieval y poner el énfasis a ser capaces de, igual que hicieron los cartógrafos, imaginar el mundo, se ha propuesto al comisario Agustin Pérez Rubio llevar a cabo una lectura en clave contemporánea de qué quiere decir imaginar el mundo hoy. ¿Qué acontece de este Imago Mundi?
La nueva lectura de la Colección Es Baluard, junto a préstamos de colecciones privadas de la isla, se sustenta en la noción de desorientación y dislocación como estrategias tomadas de forma consciente para desmontar la construcción de la historia de la humanidad y las representaciones de la Imago Mundi –Imagen del Mundo– que nos han llegado. Además, pretende, a través de las obras como modos de representación, dejar de perpetuar y erradicar, de nuestros conceptos escritos e imágenes, la matriz colonial, imperial, racista y sexista del pensamiento eurocéntrico.
Comenzando un viaje sin rumbo, pero siendo conscientes de que no podemos partir sin un conocimiento situado, se toma como ejemplo la labor del geógrafo de Mallorca Cresques Abraham y su Atlas catalán de 1375 conservado en la Biblioteca Nacional de Francia, y del que se muestra un facsímil procedente de la Biblioteca Nacional de España. A partir del mismo, el proyecto pretende realizar un recorrido evidenciando como desde entonces, pasando por la expulsión de árabes y judíos, junto con la conquista de América y su nuevo orden económico mundial, y llegados a la Ilustración, estos hechos propiciaron llevar la nave del conocimiento y de las creencias hacia una mayor racionalidad, que junto al empirismo dejó atrás otras maneras de creer y de entender el mundo, para pasar a tener una forma unívoca. Parte de este racionalismo que perpetúa también nuestra modernidad va a interferir en los futuros procesos de aprendizaje, en las maneras de trasmisión, hasta en los modos de entender el mundo en el que vivimos aún hoy.
La consciente narración entrecortada del proyecto toma forma especulativa para aterrizar en hechos, historias y microhistorias como modo de entender los cambios y cuestionamientos a nuestro mirar, narrar y representar. De esta manera confronta las acciones y deseos de los artistas y las potenciales formas de acercamiento a estas obras en su rechazo –formal y conceptual–, para llevarnos a una dislocación espaciotemporal que sirva de ruptura con el positivismo racionalista y modernista del eurocentrismo.
A lo largo del recorrido de este viaje, estas estrategias se evidencian más concretamente en la relación entre obras que se aglutinan y permiten diversas paradas en el espacio difuso: comparando las formas de narración histórica y contemporánea en sus representaciones, tomando la ilustración como telón de fondo; en las historias enmudecidas que ahora se escuchan en su literalidad, o en la reescritura a partir de microhistorias; bajo los cuestionamientos a los juicios de valor sobre qué constituye la artisticidad de un objeto u obra de arte, y su función en los museos, aun formando parte de expolios y violencias; y en cómo los postulados de la modernidad, en favor de un supuesto progreso humanista, han ocultado estas desigualdades sociales y políticas mundiales, que siguen hoy en día perpetuando el régimen cisheteropatriarcal colonial.
Estrategias fundamentales trasferidas como formas que los artistas han rechazado en esta resistencia al orden colonial en el que el Museo y nuestras maneras de pensar, aprender, comunicar y producir se asientan. Formas de resistencia, en muchos casos de resiliencia por ser en primera persona, para entender que perder el rumbo, no llegar a una dirección concreta, es parte de una estrategia de un nuevo aprendizaje.