Don Kunkel llega por primera vez a Ibiza en 1958, tras viajar por diversas ciudades europeas−Barcelona, Londres y París− y residir en Lima (Perú), donde tenía su estudio y un taller de obra gráfica. Artista formado en pintura y dibujo al natural, Kunkel es reconocido por su aportación en el campo de la obra gráfica y por su papel en la activación de Ibiza como centro artístico en los sesenta y setenta, junto al norteamericano Carl van der Voort (Fort Myers, Florida, 1928 – New Haven, Connecticut, 2004) y su galería dedicada al arte contemporáneo. Su dominio técnico en el campo de la estampación, la serigrafía en concreto, promueve su colaboración con el Taller Ibograf, espacio dedicado a la edición de obra gráfica y ligado a la Galería van der Voort, en la que Kunkel expone de forma regular. Vinculado al taller desde 1967, asume la dirección técnica entre 1970 y 1976. En esos momentos, la relación y el trabajo en común con creadores que van llegando a la isla y otros que pertenecen a ella desde sus orígenes evidencia un momento especial, energético y plagado de camaradería en torno a la pintura y la obra gráfica; entre ellos, Erwin Bechtold, Rafael Tur Costa o Antoni Marí Ribas «Portmany». Ya en los ochenta, retoma el contacto con su país de origen. Establece su estudio en Pensilvania en 1985 y mantiene su residencia en Ibiza hasta 1989, año en que se instala de forma definitiva en New Haven (Connecticut), donde reside en la actualidad. La obra de Don Kunkel se desarrolla, principalmente, en torno a la abstracción. Tras una etapa inicial de carácter figurativo, en la década de 1960 adopta una figuración sutil basada en formas sinuosas y sencillez compositiva que desemboca en abstracción geométrica, eje de su obra desde entonces. Kunkel articula un lenguaje propio, sistemático y minucioso, basado en la linealidad, la simetría y el orden racional; un estilo vinculado a las prácticas constructivista y minimalista y caracterizado por la experimentación en cuanto al soporte −papel y cartón, principalmente−, un elemento transformado en «materia pictórica» que potencia la tridimensionalidad. A partir de los años ochenta, Kunkel se aparta del orden y la simetría y el volumen adquiere un mayor protagonismo en sus composiciones, centradas en la investigación en torno al espacio. E.B.